La conducción eficiente permite conseguir un ahorro medio de carburante y de emisiones de CO2 entre un 15 y 20%
1. Arranque y puesta en marcha:
Arrancar el motor sin pisar el acelerador. Iniciar la marcha inmediatamente después del arranque.
En los motores turboalimentados, esperar unos segundos antes de comenzar la marcha.
2. Primera marcha:
Usarla sólo para el inicio de la marcha, y cambiar a segunda a los dos segundos o seis metros aproximadamente.
3. Aceleración y cambios de marchas:
Según las revoluciones: En los motores de gasolina en torno a las 2.000 rpm y en los diésel: en torno a las 1.500 rpm.
Según la velocidad:
3ª marcha: a partir de unos 30 km/h
4ª marcha: a partir de unos 40 km/h
5ª marcha: a partir de unos 50 km/h
Después de cambiar, acelerar de forma ágil. Conduce de forma suave, sin acelerones ni frenazos.
4. Utilización de las marchas:
Utiliza siempre las marchas más largas posibles y circula a bajas revoluciones. En ciudad, siempre que sea posible, utilizar la 4ª y la 5ª marcha, respetando siempre los límites de velocidad.
Es preferible circular en marchas largas con el acelerador pisado en mayor medida (entre el 50% y el 70% de su recorrido), que en marchas más cortas con el acelerador menos pisado.
5. Velocidad de circulación:
Mantenerla lo más uniforme posible: buscar fluidez en la circulación, evitando todos los frenazos, aceleraciones y cambios de marchas innecesarios. Circulando a más de 20 km/h con una marcha engranada, si no pisa el acelerador, ¡el consumo de carburante es nulo! En cambio al ralentí, el coche consume entre 0,4 y 0,9 litros/hora.
6. Deceleración:
Levantar el pie del acelerador y dejar rodar el vehículo con la marcha engranada en este instante, sin reducir. Frenar de forma suave y progresiva con el pedal de freno. Reducir de marcha lo más tarde posible.
7. Detención:
Siempre que la velocidad y el espacio lo permitan, detener el coche sin reducir previamente de marcha.
8. Paradas:
En paradas prolongadas, de más de unos 60 sg, es recomendable apagar el motor.
9. Anticipación y previsión:
Conducir siempre con una adecuada distancia de seguridad y un amplio campo de visión que permita ver 2 ó 3 coches por delante. En el momento que se detecte un obstáculo o una reducción de la velocidad de circulación en la vía, levantar el pie del acelerador para anticipar las siguientes maniobras.
10. Seguridad:
En la mayoría de las situaciones, aplicar estas reglas de conducción eficiente contribuye al aumento de la seguridad vial. Pero obviamente existen circunstancias que requieren acciones específicas distintas para que la seguridad no se vea afectada. Un buen mantenimiento ayuda a un menor consumo, especialmente el motor, los filtros y la presión de los neumáticos. A partir de 100 Km/h., el consumo se dispara, con lo cual, no correr en exceso significa, un ahorro económico, una disminución de gases, y una disminución drástica de tener un accidente.